Se complementa una entrada de 2017, con un ejercicio de numeritos.
Si se toma este año como el punto de partida ya mencionado para la clasificación de las generaciones actuales de los siglos XX y XXI, y damos una vigencia arbitraria de 20 años a cada generación incluyendo el primero, cambiando en años terminados en cinco, el resultado sería así:
Sin embargo, es arbitrario, como ya se dijo, establecer en esta forma el inicio y la finalización de una generación como si se pudiera marcar fronteras entre nacimientos de personas. Lo que sí es verdad, es que en conjunto, hay características que un grupo comparte a partir de la vivencia y marcaje colectivo de ciertos acontecimientos, como ya se ha descrito. En este orden de ideas cabe incluso la identificación generacional artificialmente impuesta como una etiqueta publicitaria. El paso de una generación a la siguiente es un proceso más bien paulatino, por lo que se antoja que entre las generaciones descritas pueda haber generaciones de cambio o transicionales, que muestran características mezcladas de las generaciones precedente y subsecuente. El ejercicio propuesto es colocar una generación de transición, iniciando dos años antes del año de cambio, el propio año de cambio y dos años después, para sumar un periodo de cinco años. El resultado sería el siguiente:
Este ejercicio no deja de tener su propia arbitrariedad, pero es entretenido como una forma de hacer numeritos y de seguir alimentando la fantasía de que todo lo humano puede clasificarse. La entrada original, de la que se desprende esta nueva reflexión, se encuentra aquí.
Zapopan, Jalisco, diciembre 2020.
Disclaimer: la primera imagen de esta entrada de tomó de internet con licencia libre. Sus derechos pertenecen a sus dueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario