martes, 20 de diciembre de 2016

Reflexiones sobre la Neurodiversidad (corregido y ampliado)


(Este escrito fue realizado en junio de 2014, la presente es una versión corregida y ampliada de dicho texto)

Hay maneras de ser diferente, de "salirse de la línea trazada", de tener que pasar por un mundo donde el colectivo domintante en una sociedad determina la pauta para la inclusión de sus miembros, dejando fuera a quienes no cumplen con el perfil. Toda persona quien por algún motivo se encuentra fuera de la expectativa social mayoritaria ha experimentado la exclusión. Esa persona es "la otra", la "diferente", la que "no es como nosotr@s", la que está "mal".

Esto ha sido el marco para la emergencia de un proceso, que ha sido reciente en forma relativa, en el que se busca el reconocimiento del derecho a la diferencia, esto es, a ser diferente con respecto de la identidad mayoritaria. Como en muchos procesos, este reconocimiento tiene su punto de partida en la búsqueda por la toma en cuenta de las diferencias evidentes. Un ejemplo de esto puede ser el reconocimiento, después de varias luchas, de los derechos de quienes pertenecen a grupos étnicos divergentes del mayoritario (étnico-africanos en sociedades de mayoría étnico-europea, étnico-americanos en sociedades de mayoría mestiza, entre otros), admitiendo por supuesto que en esta materia aún queda mucho camino por recorrer. Otro ejemplo, del que también queda todavía mucho por hacer, es el reconocimiento de los derechos de la mujer dentro de las sociedades de tipo patriarcal. Desde estos puntos se ha transitado hacia el inicio del reconocimiento de los derechos de otros colectivos, como los de la diversidad sexual, cultural, idiomática, entre otros. Con todo esto se puede ver que el proceso ha iniciado desde lo evidente. Este debe continuar el camino iniciado y direccionarse hacia la evidencia y reconocimiento de las formas más sutiles de diversidad y sus derechos.

El reconocimiento hacia la Neurodiversidad (funcionamiento cerebral diferenciado), es un proceso que apenas tiene su inicio en la última década del siglo XX. Será porque este tipo de diferenciación es uno de los más sutiles que existen, ya que, salvo en algunos casos, no representa una diferencia perceptible en la apariencia física del sujeto quien es neurodiverso. Sin embargo, una vez que el sujeto manifiesta su diversidad dentro de un colectivo neurotípico* mayoritario, su diferencia se vuelve evidente, y esta no suele ser bien apreciada por decir lo menos.

El inicio del estudio de la Neurodiversidad, en una época en la cual aún no se le consideraba como tal, tuvo un componente negativo al visionar sus manifestaciones como "enfermedades" o "trastornos". Al tipificar las características de cada una de ellas se les fueron dando los nombres con los que se les conoce hasta el día de hoy; Autismo, Síndrome de Down, Tratorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), Síndrome de Asperger, Síndrome de Tourette, Dislexia, entre otros. Todas las manifestaciones poseen características las cuales permiten su identificación. En este sentido se suele cometer el error de pensar que cada persona que "padece" de alguna de estas condiciones presenta una imagen tal de su condición que puede rayar en el estereotipo, sin tomar en cuenta que siguen siendo seres individuales con cualidades, defectos, ideas y sentimientos, además de las características que distinguen su condición no siempre presentes en su totalidad. En la comunidad Asperger hay un dicho que reza: "hoy conocí a un Asperger, hoy sólo conocí a uno". Esto se puede aplicar a todas las demás formas de Neurodiversidad.

Un punto importante que se tiene que tomar en cuenta para partir hacia el reconocimiento de la Neurodiversidad y de sus derechos es el que, como ya se ha dicho, la conciencia de su existencia es relativamente reciente, y por lo tanto su historia e indentidades apenas se están escribiendo y conformando. La lucha por los derechos de las minorías étnicas es un proceso que tiene ya una historia vivida y una identidad construida, algo que también se puede afirmar acerca del feminismo y de los colectivos LGBT. La Neurodiversidad tiene en esto un desafío; tiene que construir una identidad y una historia propias para alcanzar la generalización de su reconocimiento. Considero que es posible aprender de las experiencias de los otros procesos de lucha, pero el camino se tiene que andar en un sendero propio.

Otro reto que se debe encarar es la reticencia y la resistencia. La Neurodiversidad no está exenta de polémica ni de intereses. Hay personas y corporaciones, en particular las que se dedican a la industria farmacéutica internacional, que desean que nunca se reconozca el derecho a ser neurodiverso, ya que esto representa el que se deje de sacar provecho económico de la situación mediante la fabricación, comercialización y venta de "medicamentos" y "tratamientos", ya bien sean para funcionar como un medio de control de los "síntomas" de la "enfermedad", o incluso y más grave, como la promesa falsa de una "curación". Esta situación es algo que está más presente en algunas manifestaciones que en otras, por ejemplo el TDAH es una de las que más se abusado. Se tiene que decir con la mayor claridad posible que estas manifestaciones no son enfermedades, y que por lo tanto no existen ni existirán curas, ni en la medicina tradicional ni en las medicinas alternativas.

Por causa de los intereses ya descritos, existen investigadores, organizaciones y empresas que tienden a rechazar la idea de la existencia de esta forma de diversidad bajo el argumento de que sus otras formas no suponen la existencia de un componente de discapacidad en quienes las poseen. Este argumento carece de validez, no por el hecho de que la Neurodiversidad conlleve ciertas formas de discapacidad, sino por que es falso con respecto de las otras formas de diversidad. En este punto es muy importante dejar en claro que la discapacidad, entendida como una disminución de capacidades, se determina en la mayoría de los casos por el punto de vista del colectivo social dominante, en otras palabras, la mayoría social determina lo que se considera como discapacidad en la gran parte de los casos. Así se puede afirmar entonces que ser mujer es una "discapacidad" en una sociedad patriarcal, ser étnico-africano es una "discapacidad" en una sociedad caucásico-supremacista, ser indígena es una "discapacidad" en una sociedad mestizo-supremacista, ser homosexual es una "discapacidad" en una sociedad homofóbica, ser invidente es una "discapacidad" en una sociedad vidente, etc. Sólo bajo este razonamiento se puede afirmar que ser neurodiverso es una "discapacidad" en una sociedad neurotípica. La percepción de la diferencia como discapacidad genera exclusión, rechazo e incluso en el extremo, persecución, cuyas diversas formas se tipifican bajo nombres que los identifican. El rechazo a la mujer se le conoce como "machismo" o "misoginia", el rechazo al origen étnico minoritario o diferente se le conoce como "racismo", el rechazo a la homosexualidad se le conoce como "homofobia". El rechazo hacia la Neurodiversidad aún no tiene nombre debido a que, como ya se ha dicho, su conocimiento es reciente, pero ello no signfica que no exista**. Mi propuesta es que sea nombrado como "Neuroalternofobia", y que se inicie su conocimiento y denuncia.

Otro argumento que se esgrime en contra de la Neurodiversidad es que tiene origen en "fallas" en el organismo de quienes la "padecen". Este argumento también carece de validez. Para sustentar esta idea se puede tomar como ejemplo al Síndrome de Asperger. Se tiene como la causa más probable de su existencia un desarrollo bajo en un grupo de células del cerebro que reciben el nombre de "células espejo", las cuales son las encargadas de descrifrar el lenguaje no verbal de otras personas que se percibe por medio de la vista, originando lo que se denomina como "contacto empático". Si esto se considera como una "falla orgánica" causante de una "enfermedad", entonces se tendría que considerar del mismo modo a la falta de melanina en la piel de las personas quienes son étnico-europeas o caucásicas (conocidas como "blancos"), y que causa que ese colectivo sea más vulnerable a los daños causados por el exceso de luz solar en dicho órgano, con sus consecuencias como el cáncer de piel, entre otras.

Los patrones de comportamiento que se imponen dentro de una sociedad neurotípica impiden, en muchas ocasiones, que se aprecien las aportaciones que pueden realizar (y que de hecho realizan) las personas quienes tienen un funcionamiento cerebral diferente al desarrollo del conocimiento, del arte, del deporte, etc. La Neurodiversidad no conlleva solamente desventajas, sino también cualidades. Un funcionamiento cerebral diferente puede generar puntos de vista e ideas distintos acerca de los fenómenos que que se suceden, tanto en la naturaleza como en la vida social. No es propósito de este escrito enumerar las ventajas que cada una de las condiciones de Neurodiversidad ofrece, en primer lugar porque son diferentes dependiendo de su tipo y de la persona, y en segundo porque no es conveniente, como ya se ha dicho, caer en la estereotipación de quienes poseen este tipo de diferenciación. Sólo se citará una frase de la zoóloga, etóloga, académica y neurodiversa Dra. Temple Grandin: "el mundo necesida de diferentes tipos de mentes".

La lucha por el derecho al reconocimiento de la Neurodiversidad debe sumarse a aquellas que se libran por parte de otros colectivos. Todas ellas abonan en conjunto a la construcción de sociedades más justas, igualitarias e inclusivas.

Rodrigo Martínez Macías.
Versión original escrita el 18 de junio de 2014, día mundial del orgullo autista.
Versión corregida y ampliada escrita en diciembre, 2016.

* Dentro de los diferentes colectivos neurodiversos, se denomina neurotípico (neurótico típico) a la persona cuyo funcionamiento cerebral se da acorde con la expectativa mayoritaria y dominante. Para emplear un término claro, aunque peyorativo, se trata de la persona que es neurológicamente "normal".
** Si se buscan materiales testimoniales sobre las historias de personas neurodiversas, se pueden encontrar relatos comunes acerca de maltrato, incomprensión y rechazo vividos por ellas, en forma especial en sus etapas de niñez y adolescencia. De ahí se puede afirmar que la persona neurodiversa es víctima frecuente de "bullying escolar" en dichas etapas. El adulto neurodiverso no suele pasarlo mejor. Salvo excepciones, es frecuente que enfrente dificultades serias para establecer relaciones de pareja o de mantenerlas en caso de lograrlo, desempleo, pobreza, entre otros.

Disclaimer: la imágen fue tomada de internet con licencia libre. Sus derechos pertenecen a sus dueños.

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