miércoles, 9 de noviembre de 2016

Un día después de ayer, en EE UU


Reflexión sobre el resultado del proceso electoral presidencial en Estados Unidos.

Tomar el pulso de las redes sociales después de cada evento importante a nivel nacional o internacional es algo inevitable cuando su presencia en nuestras vidas se ha vuelto tan cotidiana. El tema del día de hoy, más que las elecciones federales en Estados Unidos, es su resultado, el cual sorprende y no al mismo tiempo. Hoy hay en las redes opiniones que, cada una a su manera, son coincidentes en expresar sorpresa y desagrado. Por mi parte, y debido a los razgos de mi propia personalidad, prefiero analizar, descomponer un fenómeno en sus partes integrantes, para después llegar a una síntesis que construya una conclusión. Este aporte contiene visiones puramente personales, las cuales pueden ser correctas o equivocadas. Son una mezcla entre lo que sé, lo que pienso y lo que creo.

Me parece que la pregunta que se debe hacer en este momento es, ¿por qué ganó Donald Trump?, antes de emitir un juicio de valor acerca de la conveniencia de su triunfo, o de su inconveniencia. Estos son los factores que creo que pudieron haber influido en ese resultado:

  •  Hartazgo. Algo no ha ido nada bien en Estados Unidos desde hace ya algunas décadas. En todo el mundo la política está pasando por una crisis de credibilidad originada por culpa del comportamiento de los propios políticos, y ese país no es la excepción. Estados Unidos vive desde hace treinta y seis años un proceso franco de deterioro del nivel de vida de su clase media. A eso se añade una realidad aún mas antigua; desde la segunda guerra mundial (1939-1945) cada generación en ese país es generación de guerra. Son demasiadas las familias que pierden miembros (padres, madres, hijos, hijas, hermanos, hermanas) por causa de los conflictos bélicos en que Estados Unidos participa (o provoca), para saciar los apetitos de sus emporios. Es natural que un personaje que tiene como base de sus promesas de campaña un discurso diferente en el que señala el dejar de intervenir en los asuntos de los países mientras se tengan problemas al interior llame la atención. Es lógico que familias que han perdido seres queridos en los conflictos bélicos quieran un cambio en ese sentido, junto con quienes han visto mermado su nivel de vida a través de la pérdida de su poder adquisitivo y sus fuentes de empleo (algo en lo que el TLCAN tuvo que ver, entre otras cosas), que además ven como las únicas personas que parece que siguen viviendo bien son los políticos y los magnates. También por hartazgo la gente es capaz votar lo que sea, no olvidemos que en nuestro país Cuauhtémoc Blanco fue elegido presidente municipal de Cuernavaca.
  •  Estrategia. Donald Trump manejó muy bien la estrategia de su campaña (hay que reconocerlo), sus expresiones, las polémicas que causó entre la gente, sobre todo fuera de Estados Unidos, pero que corresponden a sentimientos verdaderos (no por ello correctos) que tienen las mayorías de ese país, su ruptura con el propio Partido Republicano, entre otras cosas coadyuvaron a crear en él una imagen de candidato independiente que fue realmente atractiva para una gran parte del electorado. La imagen de alguien quien no depende de nadie (léase de corporaciones y otros grupos de poder) y que por ello no va a seguir los dictados ni órdenes de nadie. Quiero matizar muy bien que estoy hablando de "imagen" declarando mi desconocimiento sobre la realidad de esta persona en cuanto a sus lealtades.
  • Miedo. Esto siempre funciona. Inyectar miedo hace que la gente haga lo que se quiera. Donald Trump demostró que realmente conoce al pueblo estadounidense, que es noble pero temeroso (y por ello violento). Construir un enemigo (los mexicanos, las mujeres, los homosexuales, las minorías en general, da igual) funciona mientras se tiene una mayoría harta y temerosa de perder su estilo de vida. Es una idea falaz, pero siempre eficiente.
  • Culturalidad. Como candidato, Donald Trump mostró una imagen con la que la mayoría de su pueblo se pudo identificar. No olvidemos que, a pesar de los cambios demográficos importantes que se han dado en Estados Unidos en las últimas décadas con el crecimiento de varias minorías, la latina en particular; el perfil demográfico mayoritario en ese país sigue siendo blanco y protestante. Como lo hace notar el académico mexicano Gerardo Lorenz de la Universidad de California en Los Angeles, al contrario de lo que se piensa, la sociedad de ese país, la mayoritaria, es profundamente conservadora. Siento que en elecciones anteriores, esta mayoría no se había sentido representada realmente por un candidato hasta este proceso que finalizó ayer, por lo que su participación debió haber aumentado.
  • Lo que dejó de hacer el adversario. Esto siempre es importante de tomar en cuenta. Hillary Clinton fue una candidata que no conectó con el público, además de que se le asoció con la continuidad. Aquí aprovecho también para señalar que me parece que una buena parte del voto hacia Trump fue de castigo contra la administración Obama, la cual no supo cumplir las expectativas que en su momento generó. Si yo tuviera que definir con una frase dicha administración creo que sería la de "mas de lo mismo". Hillary Clinton no supo representar otra cosa más que eso.
  • Otra razón. A todo lo anterior se puede añadir un hecho; para que Donald Trump ganara tuvo que haber contado con voto afroamericano y latino, a pesar de las ideas que mostró durante su campaña. Igual que el resto de los estadounidenses, estas dos comunidades también han resentido el descenso en el nivel de vida en ese país. Lo que es una realidad es que una promesa que atrajo la atención, independientemente de como fuera formulada, fue la de "no más inmigrantes ilegales". En un país donde el trabajo es escaso (igual que en el resto del mundo) y por lo tanto se ha tornado difícil conseguir los medios de substistencia, esta promesa (falaz en sí misma y desde sus bases insisto) consiguió votos. La realidad es que refleja que en general las comunidades, incluyendo la latina, ya no quieren más inmigración.
El fenómeno es mutifactorial. Por supuesto estas no son todas las razones, hay muchas más. Lo que trato de decir con todo ello es que lo que sucedió ayer no es sencillo. Siempre me han gustado las explicaciones sencillas (cuando las hay) pero rechazo invariablemente a las simplistas.

En cuanto a qué es lo que va a suceder ahora, lo que puedo decir es que ello es historia que aún no se escribe. Las preguntas en su momento tendrán que ser, ¿qué cambió?, ¿a quiénes realmente benefició esta situación?, ¿a quiénes perjudicó realmente? No suelo hacerme expectativas acerca de lo que vivo o contemplo, ni buenas ni malas. Dejo que sea la vida la que me muestre y sorprenda. Lo que no pongo en duda es la importancia e historicidad de lo sucedido en día de ayer. Estaré atento.

Zapopan, Jalisco, 9 de noviembre de 2016.

Disclaimer: la imagen fue tomada de internet con licencia libre. Sus derechos pertenecen a sus dueños.

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