En esta entrada, que será con mayor probabilidad la última de este año, se desarrollan algunas reflexiones sobre el mismo.
Auge de la Derecha en América Latina.
2025 trajo un auge de la derecha y de la extrema derecha en América Latina, cambiando la correlación de fuerzas en la región con respecto a como se encontraba al inicio de la década. Los resultados de las elecciones presidenciales en Ecuador, Bolivia, Honduras y Chile, además de las de medio término en Argentina, terminaron por confirmar que la derecha y la extrema derecha están teniendo un momento de auge. Existen muchos elementos de análisis en todas ellas, sin embargo, la mejor forma de abordarlos por separado, ya que tienen sus particularidades.
En Ecuador, el triunfo de Daniel Novoa se ha calificado, tanto dentro como fuera del país, como dudoso debido al cúmulo de irregularidades que se dieron, en especial en la segunda vuelta. Sin embargo, hay que señalar que, las denuncias y pruebas que fueron presentadas por la oposición, la correísta en especial, no fueron suficientes para lograr la nulidad de la elección. Este resultado fue el primero del auge derechista de este año.
Las elecciones de medio término en Argentina dieron muchas lecciones. Vinieron luego de una elecciones locales en la provincia de Buenos Aires, la de mayor concentración de electores en el país, en las que la izquierda peronista obtuvo un triunfo importante sobre el oficialismo, que se encontraba en una crisis derivada, tanto de su desastroso manejo económico como de graves escándalos de corrupción. Sin embargo, este último supo recuperarse debido a una combinación de factores. Por un lado, el chantaje directo del actual gobierno de Estados Unidos al condicionar la entrega de una ayuda financiera millonaria al resultado de la elección, y por el otro, la desastrosa campaña de la izquierda, que, en lugar de convencer, evidenció dos cosas: la primera, que no tiene proyecto, y la segunda, que el kirchnerismo ya no es un activo para la izquierda peronista, sino un lastre. Por último, pero no menos importante, el verdadero ganador de estos comicios fue el abstencionismo, alcanzando su cuota más alta desde el fin de la última dictadura. Es verdad que, considerándolo, menos de tres de cada diez electores votaron por el oficialismo, pero también lo es que menos de dos de cada diez lo hizo por la oposición.
En Bolivia, la izquierda fue derrotada por la derecha desde la primera vuelta por dos factores; el primero, su agotamiento, y el segundo, el sectarismo. Ya habían señales más que claras sobre la ruptura entre sus dos liderazgos. Evo Morales, el histórico, y Luis Arce, el presidente en funciones en ese entonces. Dicha ruptura se convirtió en un factor de división interna total que llevó a un debilitamiento que fue bien aprovechado por las fuerzas de la derecha y de la extrema derecha. Además, el agotamiento de una izquierda en el gobierno por veinte años, interrumpidos sólo por el golpe de estado de 2019 y un breve interinato ilegítimo en 2020, se vio reflejado en su incapacidad de solucionar los problemas de la ciudadanía, que tuvo que vivir la crisis económica post-pandemia. Al final, se dio la situación inédita de una segunda vuelta electoral entre la derecha y la extrema derecha, ganando la primera.
En cuanto a Honduras, ahí se vio el poder del chantaje estadounidense en toda su plenitud. Ya lo había aplicado obteniendo un gran éxito en Argentina, por lo que el régimen actual de ese país decidió aplicarlo con más fuerza para este caso, amenazando con congelar incluso los envíos de remesas de inmigrantes hondureños a sus familias, siendo recursos muy importantes para ellas. Es muy importante señalar que, a la fecha de publicación de la presente entrada, aún existe la posibilidad de que la elección presidencial pueda ser anulada por las autoridades de ese país, debido a irregularidades denunciadas por varias fuerzas políticas, incluyendo la oficialista, y por la injerencia de Estados Unidos ya mencionada.
Finalmente, en Chile la izquierda cayó más por sus propios errores que por los aciertos de los adversarios de derecha. El principal de ellos fue el no haber podido ser capaz de solucionar los problemas de la gente, dejándola en una situación sin cambio con respecto del tiempo del inicio de su gobierno. A este se suman otros como el haber perdido el rumbo ideológico por querer quedar bien con todos los sectores, en especial con la oligarquía, buscando incluso conflictuarse con otros gobiernos progresistas. No hay que dejar fuera del análisis el gran fracaso del proyecto de cambio de constitución, del que ya no pudo levantarse. Todo ello tuvo como consecuencia la recepción de un voto de castigo por parte de la ciudadanía chilena.
De todos estos casos se pueden sacar lecciones que deben ser aprendidas por los gobiernos progresistas que aún quedan en nuestros países; 1. Se debe ser congruente ideológicamente con las acciones de gobierno. Ir de la izquierda al centro, para tratar de quedar bien con todos los sectores sociales, es una táctica pésima, 2. Un gobierno progresista sin base social es vulnerable, por lo que no se debe dejar el movimiento social ni la presencia de calle, 3. La debilidad más grande que tiene la izquierda sigue siendo el sectarismo, 4. Un gobierno progresista o una oposición progresista, según sea el caso, que no tiene proyecto ni programa está condenado al fracaso o a la derrota, 5. Un gobierno progresista tiene, sí o sí, que dar resultados que impacten en la vida de la gente, por modestos que tengan que ser debido a las circunstancias, y 6. Último pero no menos importante, es fundamental contar con redes de información progresista profesionales, que combatan la propaganda y la mentira de la derecha con información, sin imitar lo que ella hace en los espacios digitales. Se requieren personas informadoras profesionales, no "influencers".
Situación en México.
En México, está por concluir un año que estuvo lleno de retos para el actual gobierno de la 4T, comenzando por el tener que lidiar con las amenazas constantes del gobierno actual de Estados Unidos, que iniciaron en cuanto Donald Trump principió su segundo mandato. También, hubo cambios muy importantes, siendo el principal la aplicación de la reforma judicial con la primera elección popular de jueces, magistrados y ministros. A esto hay que sumar la remoción y sustitución del fiscal general de la república. Otro reto que se ha tenido que abordar, y que quizás sigue siendo el punto débil del régimen actual, es la violencia que aún prevalece en zonas importantes del país. También, este ha sido el año en que, como bien lo dice el periodista Pedro Miguel, la oposición de derecha comenzó a renunciar al juego democrático para optar por la desestabilización y el golpismo. Esto en particular en los últimos dos meses, en las que sus marchas, llamadas ahora de "la generación z", siguen siendo muy poco nutridas pero ya más violentas. Me parece que la presidenta Claudia Sheinbaum y su gobierno han sido capaces de sortear los retos, e incluso fortalecerse con la forma en como los ha venido abordando, además de que todavía conservan un gran nivel de convocatoria. En esto juega también un rol muy importante los buenos resultados que siguen impactando en forma positiva a una muy buena parte de la población.
Reflexiones Personales.
En cuanto a lo personal, este año fue de mucho trabajo que ha sido bastante satisfactorio. También, he tenido aprendizajes y reflexiones muy interesantes, como los que desarrollé en la entrada anterior a la presente. Por otra parte, hubo un aumento de miembros de mi familia con la decisión de adoptar a otro gatito, para que le haga compañía a la gatita que ya tenemos desde hace un año y medio. En lo que le resta al presente año, coincidiendo con mis vacaciones de invierno, me dedicaré a dar provechosa lectura al nuevo libro de AMLO, que creo que viene muy interesante.
Zapopan, Jalisco. Diciembre, 2025.
Disclaimer: la imagen fue tomada de internet en forma libre y todos sus derechos pertenecen a sus dueños y no al autor de la presente entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario